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Monday, August 3, 2009

Labor Beat: Secretary of Education Duncan - Pushing the Chicago Plan

Before President Obama appointed Arne Duncan Secretary of Education, Duncan was the CEO of the Chicago Public Schools. Under his control there, Chicago Public Schools endured a relentless wave of privatization, school closings, militarization, union busting and blaming teachers for the problems of urban schools. Now, the war on public education pursued during the Bush administration will only continue and intensify under the new Secretary of Education Duncan. His Chicago Plan, as former teacher and editor of Substance News George Schmidt explains, is the template for a national strategy to dismantle public education. Through revealing footage and comments from Chicago teachers, this video shows the resistance that has been growing among teachers and community organizations.Here is a national alert for everyone who cares about the future of public schools, threatened now by Arne Duncan and his corporate vision for the nation's school systems. 28 minutes. Produced by Labor Beat. Labor Beat is a CAN TV Community Partner. Labor Beat is a non-profit 501(c)(3) member of IBEW 1220. Views are those of the producer Labor Beat. For info: mail@laborbeat.org, www.laborbeat.org. 312-226-3330. For other Labor Beat videos, visit Google Video, YouTube, or blip.tv and search "Labor Beat".

http://blip.tv/file/2428857

Saturday, May 16, 2009

Un nuevo plebiscito criollo para Puerto Rico (II Parte)

Por Maurice A. Ferré
04 de mayo de 2009 04:00 am

En el anterior artículo expuse por qué no creo que resultará una resolución plebiscitaria por más bien que le vaya al Comisionado Residente, Pedro Pierluisi, en la Cámara del Congreso de Estados Unidos.

La posibilidad de éxito para el proyecto de ley de Pierluisi es bien remota en el 2009. Luego, en el 2010 viene la batalla partidista por el control del Congreso. Una pequeña ventana en el 2011 y ya empieza la contienda para la presidencia en el 2012. Los enemigos de la estadidad saben todo lo que he expuesto en este ensayo. Su táctica y su estrategia, ha sido y será: posponer. Así ha sobrevivido y sobrevive el estatus quo, el Estado Libre Asociado de Puerto Rico, el sistema colonial que ha regido por más de medio siglo.

La única salida que tiene Luis Fortuño y el movimiento estadista, dada la actual incertidumbre del Congreso en Washington, es un referéndum puertorriqueño, como lo proponen la Presidente de la Cámara, Jennifer González y el Presidente del Senado Tomas Rivera Schatz.

Creo que a pesar de un mal comienzo, en cuanto al plebiscito, por Luis Fortuño en el Congreso penúltimo (el 109), su obra al final fue efectiva. Dije mal comienzo, porque el liderazgo del PNP insistió en un proyecto de ley completo, con todos los detalles, paso a paso, de cómo llegar a la estadidad. El Senador Mel Martínez (R. Florida) y el Senador Ken Salazar (D. Colorado) modificaron sustancialmente el Puerto Rico Democracy Act, pero tampoco llegó a nada.

En el último Congreso (el 110), con el apoyo flojo del Presidente George W. Bush (y la oposición tras bambalinas de Karl Rove, el jefe político de Casa Blanca, debido a su amistad con el cabildero de Puerto Rico, Charlie Black, que se ganaba $1.2 millones anuales), Fortuño sí prosperó en su proyecto de ley. Terminó con un rediseño en comité, que aguó el proyecto de ley aún más. Pero pasó comité unánimemente. Entonces, por influencia mayormente de la Congresista Nydia Velázquez, la Speaker Nancy Pelosi engavetó el proyecto de ley del plebiscito y ahí murió.

Todo esto ha seguido madurando y en este Congreso (el 111), bajo la dirección de Pedro Pierluisi podría llegar al markup antes de septiembre del 2009. Esta vez, la Presidente de la Cámara, Nancy Pelosi, sí permitiría el voto en el pleno y ahí tendría la mayoría.

Pero como he comentado en múltiples ocasiones, el futuro proyecto de ley Pierluisi-Serrano no prosperará en el Senado. Entonces pasaría del escenario de Washington a Puerto Rico, pero se perdería un año crucial.

Considero que la única salida al dilema del estanque en Washington sería un plebiscito puertorriqueño, tal como logró la estadidad el penúltimo estado, el 49, Alaska, en el 1958. Siguiendo el ejemplo del Estado de Tenesí en el 1796, y seis estados que le siguieron. Alaska optó ser el octavo que autoproclamaba su condición política como estado. Los ciudadanos estadounidenses de Puerto Rico, incorporados o no, tienen el mismo derecho a proclamarse un estado. Puerto Rico tendría la misma oposición que tuvo Alaska, los sureños y el partido Republicano. Tomó dos años de lucha, pero Alaska prevaleció. Si Puerto Rico así lo quiere, en su gran mayoría, también prevalecerá. Especialmente en los Estados Unidos del 2013 en adelante, en donde el voto hispano podría decidir elecciones presidenciales en estados como Florida, Colorado, Nuevo Méjico, Arizona y Nevada.

A mediados de los años 1970 José Luis González, el gran sociólogo puertorriqueño, regresó a la Isla después de su autoexilio de treinta años. Sus impresiones están bien documentadas en su libro, “Regreso al país de cuatro pisos” y en los múltiples artículos de Juan Manuel Gracia Passalacqua. Después de un coloquio en el Colegio de Abogados, a sugerencia mía, visitamos al historiador cubano Levi Marrero. Estaban presentes González, García Passalacqua, Manuel Maldonado Denis, Guillermo Baralt y yo. Al cabo de casi diez horas de diálogo, una de las conclusiones para mí fue que los “otros” para Puerto Rico siempre habían sido los libertadores. Puerto Rico históricamente rechazó a Simón Bolívar y rechazó a la gesta libertadora cubana. La única gestión política en el 2009-2012 que se aceptará en Puerto Rico tiene que ser de, por y para los puertorriqueños.

En artículos anteriores he concluido, igual que Juan Manuel García Passalacqua, que la única estadidad aceptable para Puerto Rico sería la de un estado hispano. En estos momentos eso no sería aceptable a la mayoría en el Congreso. Pero, si se origina la petición bajo el Plan Tenesí, anteriormente explicado, tendría una constitución estatal escrita en Puerto Rico y más importante adoptada por los votantes de la Isla.

Para los que proclaman que la victoria en el 2008 del Gobernador Luis Fortuño, con más de un millón de votos, no era plebiscitaria, recuerden que también ganó el PNP más del 60% de los municipios y de ambas cámaras legislativas. Todas las encuestas públicas arrojan la preferencia estadista por mucho más del 50% del electorado.

En los últimos cincuenta años Gran Bretaña en dos ocasiones ha rechazado la tesis de la disposición territorial. La primera fue con Argentina y las Faulkland Islands (Las Malvinas) y la segunda con Gibraltar. Lo que ganó, y sigue vigente, fue el consentimiento de los gobernados. Así será en lo de Puerto Rico y el Congreso. Consiguientemente el proceso de desterritorización (léase descolonización) tiene que originarse en Puerto Rico.

La primera pregunta plebiscitaria (referéndum) tiene que ser sobre la satisfacción de los votantes con el actual Estado Libre Asociado. Si gana el cambio, la segunda pregunta tiene que ser entre la estadidad federada y la República (con probable asociación a EE.UU.). Si gana la estadidad hay que discutir, debatir, redactar y ratificar una constitución y elegir dos senadores y seis representantes federales. Todo esto antes de noviembre 2012. Por esto también no hay tiempo para esperar que Pierluisi tenga éxito antes de marzo del 2010. Es comprensible la declaración hecha la semana ante pasada por el Comisionado Residente que lo del estatus tardara más de cuatro años. El problema es que Puerto Rico no puede esperar más para resolver su estatus político y el desastre económico de la Isla.

Si en un tiempo razonable el Congreso rechazara o ignorara la justa y legal petición de la gran mayoría de los votantes de Puerto Rico pidiendo la estadidad federada, yo, como muchos estadistas en la Isla y el continente, reconocería que EE. UU. no ha evolucionado lo suficiente para aceptar un estado hispano. Entonces yo, y muchos estadistas más, apoyaríamos la República Asociada. Luego, tendrían que esperar nuestros hijos hasta el 2042, cuando EE. UU. tendría una población de 100 millones de hispanos y como la República de Tejas, peticionarán la estadidad de afuera, cuando Washington aceptaría un estado hispano. Pero Puerto Rico aún tendría 3 millones de ciudadanos estadounidenses (o lo que fuera) en el 2042.

Yo estoy convencido, así como estaba mi tío Luis A. Ferré (QPD), de que Puerto Rico llegará a ser el primer estado hispano de Estados Unidos. Depende mayormente de la voluntad de Puerto Rico, la voluntad de los gobernados.

Vivimos en tiempos turbulentos, tiempos de crisis, tiempos de decisión, tiempos de envergadura y tesón. Tiempos que requieren liderato, constancia, visión y valentía.

¡Adelante Luis Fortuño!

A hacer historia

Por Juan M. García Passalacqua
14 de mayo de 2009 04:00 am

El gobernador Luis Fortuño diagnosticó el 1ro. de mayo la situación del país diciendo que “pasa por un momento donde se hace historia”. Ojalá. Si él hace lo que tiene que hacer para hacer historia, un electorado ignorante no lo reeligiría. Pero Fortuño le habrá hecho el mayor servicio a su pueblo a costa de su renominación electoral. Habrá salvado al país curando su elefantiasis, y teniendo el secreto de que postulen a otro anexionista a la gobernación colonial en el 2012.

La decisión que se haga en estos días sobre la empleomanía del gobierno tendrá efectos por décadas. El problema fundamental de Puerto Rico es el desempleo. Aquí se ha usado el empleo público para disminuir el problema del desempleo en vista de que nuestra economía colonial no produce empleos suficientes, y también para que el empleo público sea la forma de pagar la lealtad partidista al que gana en cada elección. Eso tiene que acabar. Así haría historia.

El 4 de mayo nos sorprendió el regreso de El Alacrán con las viejas malas mañas. A Aníbal le digo yo, el analista, “por razones filosóficas y de visión de país, creo en disminuir la nómina pública y se lo digo de frente”. Para enseñarle a Aníbal les cuento el día que tuve que informarle a Luis Muñoz Marín que el índice de desempleo en la Isla había subido a una cantidad sin precedente desde los años 40. El magus, el diseñador de realidades, me dijo sin pestañear: “Habrá que acabar con el concepto mismo del desempleo”. Si ese fue su propósito metafórico en vez de una broma conmigo, no lo sabré nunca. El desempleo sigue siendo el problema clave.

El 29 de abril de 2009 en su histórico Mensaje de Estado, el Gobernador anunció el inicio de cuatro proyectos importantes para aliviar el desempleo: el Portal del Futuro, el Triángulo Dorado, el Acueducto del Sur, y el muy esperado Superpuerto de Las Américas. Pero lo hizo en medio de una situación sin precedente en nuestros 500 años: “nos toca enfrentar un gobierno en bancarrota” (EL VOCERO, portada, 30 de abril). Bancarrota. Ese es el grave problema que nos dejó Aníbal Acevedo Vilá. Y que tiene (yo lo he sabido desde los tiempos de Luis Muñoz Marín) la única solución de la disminución de la nómina pública con despidos masivos. Unica.

El Mensaje de Estado fue acompañado de un presupuesto de $7,600,000,000 contando con los $5 billones de fondos de los Estados Unidos que se conocen aquí como Fondo Obama “por ser ciudadanos de la nación más generosa”, dice Fortuño. El Mensaje de Estado puso además en el récord histórico futuro que “la irresponsabilidad fiscal se acabó”. De los $7.6 mil millones, $2.3 millones se irían en nómina gubernamental en el 2009. La reducción en la nómina ahorraría $1,000,000,000. Si es así, ¿cómo se acaba la irresponsabilidad fiscal? Pues únicamente, cortando la nómina de gobierno, revocando una política de décadas de convertir el empleo público en el refugio de los militantes políticos del partido que triunfa en una elección. Ese cambio, ese cambio sólo, alteraría para siempre la historia política de Puerto Rico. Oye, Luis.

Los sindicatos, en vez de protestar frente a las oficinas de los culpables de la bancarrota (el Partido Popular Democrático y su líder), se hicieron sentir frente al Capitolio y advirtieron “consecuencias graves” si se producen despidos masivos de empleados públicos. Fueron más lejos y amenazaron a otros sindicatos de que sus matrículas les pasarán por encima si no se unen contra el gobierno “en la calle”. ¿Lucha de clases en la calle? Fortuño les respondió que “ni un paso atrás”. No mencionó los despidos de empleados gubernamentales, pero sí dijo que “reorganizará la Rama Ejecutiva”. Esa es otra manera de decirlo. Y lo dijo. Tiene mi solidaridad.

Sus números dicen que se gastan anualmente $2 mil millones al año en la nómina de los empleados públicos que son más de una cuarta parte de todas las personas empleadas en el país. Dos cuartas partes del resto del país vive de la dependencia en los fondos provenientes de Estados Unidos. Pero en una columna el 29 de abril Fortuño visualizó “un pueblo seguro de sí mismo, orgulloso de su trabajo, de su productividad, de sus capacidades y del futuro de su patria”. Si lo logra antes del 2012, pues sí que hará historia.

La historia se hará en medio de una contracción económica, de acuerdo a los economistas Vélez, Villamil, y Gutiérrez. Si eso ocurre, la única opción será la migración masiva. Los líderes políticos de oposición andan por otro lado: Héctor Ferrer alega que existen otras alternativas pero no dice cuáles, Fernando Martin dice que protegen a los acomodados, y lo que queda del Partido Independentista (que no es mucho) se unió a los sindicatos a gritar “no nos van a detener”.

Pero han sido las uniones obreras las que han tomado el liderato contra las acciones del Gobernador. Hasta ahora lo que han hecho es marchar, actividad que no les ha dado resultado alguno en el pasado. El gobernador Fortuño les lanzó el 1ro. de mayo un reto con el que coincido: “Si me buscan de dónde van a sacar el dinero, con muchísimo gusto freno los despidos”. Pero la cita que sintetiza el momento histórico que vivimos es otra: Nos toca enfrentar un gobierno en bancarrota y trabajar junto para devolverle a nuestro pueblo el progreso. Pero ni un paso atrás.

Irónica y cómicamente, la objeción principal junto a los sindicatos es del PPD, los que estuvieron en el poder por ocho años y son los responsables de la bancarrota. El 4 de mayo reapareció el Alacrán, para impugnar la visión de Fortuño.Habló por vez primera luego de la elección –el que quebró a Puerto Rico. El Gobernador dijo que “lo que no puede pasar es que haya unas personas, que son las que nos metieron en este problema, que ahora pretenden que no salgamos del mismo”. Un legislador popular anunció –criticándolo— que Fortuño eliminará 7 de cada 10 empleados en la nómina gubernamental cortando $2,400,000,000 en el gasto público.

Entonces sí que su gestión será histórica. Habrá hecho el mayor servicio que se puede hacer a su pueblo: que los que estén empleados no dependan del gobierno, que la mayoría de nuestros trabajadores deje de depender de un empleo político. Ese será su mayor servicio.

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Interesante articulo donde el analista brinda su apoyo al gobernador Fortuno en su plan para reducir la nomina del gobierno.